Episodio 44: Anacronismos en el Libro de Mormón, parte 2

Anacronismos en el Libro de Mormón


Productos agrícolas del viejo mundo

El artículo de Luke Wilson en Institute for Religious Research, “Búsqueda científica para restos nefitas” dice, al respecto de los productos agrícolas en el Libro de Mormón:
Según el Libro de Mormón, los nefitas producían trigo, cebada, lino, uvas, y aceitunas, pero ninguno de estos productos existían en las Américas precolombinas. Así como con el hierro, Matheny[, ex profesor de antropología de la Universidad de Brigham Young] indicó que se requiere un complejo nivel económico y social para crear estos productos tal como están representados en el Libro de Mormón:

"Hay un sistema de producción entero de trigo y cebada . . . Es una producción especializada de alimento. Uno tiene que saber algo para hacer lino, especialmente en climas tropicales. Las uvas y las aceitunas . . . todos estas son culturas [que requieren un gran] desarrollo y son, de hecho, sistemas [de producción], y el Libro de Mormón dice que estos sistemas existieron aquí".

Matheny notó que un artículo en la revista Science de 1983 habla de cebada encontrada en un contexto precolombino. [Esta cebada] se afirmó erróneamente que apoya el Libro de Mormón, pero el grano descrito no era la cebada domesticada del Viejo Mundo. (http://mit.irr.org/es/busqueda-cientifica-para-restos-nefitas. El artículo está en español en el enlace proveído, aunque me tomé la libertad de corregir la gramática y la ortografía)
La gente de FairMormon son muy honestos con respecto a los animales nombrados en el Libro de Mormón que no existieron en la América pre-colombina. Por supuesto que su artículo, “Animales en El Libro de Mormón” es una larga explicación y justificación, pero es lo suficientemente comprensivo como para que podamos enfocarnos en el material contenido en el mismo. El artículo nombra siete animales e insectos: asnos, caballos, elefantes, vacas, cerdos, y gusanos de seda. (http://es.fairmormon.org/El_Libro_de_Morm%C3%B3n/Anacronismos/Animales)
Primero que nada, nos dice el artículo, tenemos que entender el significado del término "'préstamo sustitutivo', en el que el nombre para una especie conocida es aplicado a nuevas especies”.  Por ejemplo, los griegos llamaban al hipopótamo “caballo de agua”, así que no es extraño que los lamanitas pensaran que había caballos y burros donde nunca los había habido antes. Por la misma lógica podemos destacar que los franceses llaman a las papas “manzanas de tierra", ¡pero eso no quiere decir que realmente crean que las papas son lo mismo que las manzanas! El artículo entonces empieza un poco débil. Pero continuemos.


Asnos (Burro)

Tapir malayo
Al menos cinco escrituras en el Libro de Mormón mencionan a los asnos. 1 Nefi es tal vez el versículo más útil y claro sobre la existencia de estos animales entre los nefitas: "Y ocurrió que encontramos en la tierra de promisión, mientras viajábamos por el desierto, que había animales de toda especie en los bosques; tanto la vaca como el buey, y el asno, y el caballo". (1 Nefi 18:25). ¿Cómo pueden haber visto burros en América cuando está ampliamente reconocido que los primeros de estos animales llegaron al continente en las naves de Cristobal Colón, 900 años después del éxodo lehita? (Roots, Clive. 2007. Domestication, p. 179) Según los apologistas la explicación es muy simple: este es un claro ejemplo de "préstamo sustitutivo". Lo que los nefitas llaman asnos son en realidad tapires. Por ejemplo, dicen, "[u]n reciente informe gubernamental indica: 'El tapir es dócil frente al hombre y por tanto su manejo es relativamente fácil. Un indígena describe al tapir del siguiente modo: 'Es un animal muy sociable. Tomado de pequeño uno puede fácilmente domesticarlo; sabe cómo comportarse cerca de la casa; va a alimentarse a la montaña y luego regresa para dormir cerca del hogar.'"

El único problema, uno podría decir, es que los tapires no se parecen para nada a los asnos. Si uno tuviera que compararlo con otro animal, tal vez tendría que elegir al jabalí.

Caballo

La escritura anterior de Nefi también menciona caballos, y para la gente de FairMormon este es el mismo ejemplo de “préstamo sustitutivo”. Cuando el Libro de Mormón menciona caballos, en realidad se está refiriendo a, sorpresa: ¡tapires! Y ciervos, por supuesto. Además, el artículo dice que
Excavaciones en el paraje de Mayapan, que data de algunos siglos antes del arribo español, ha mostrado huesos de caballo en cuatro sitios (Dos de los lotes eran superficiales de modo que podrían representar caballos españoles) De otro sitio, el Cenote (pozo de agua) Ch'en Mul, vinieron más indicios, esta vez de un contexto arqueológico firme.
Esta información está sacada de otro artículo escrito por miembros de la iglesia, y en realidad cuando uno sigue el enlace (hyperlink) al otro artículo, simplemente se encuentra en el sitio principal del Maxwell Institute, otro grupo apologista de la iglesia. Una búsqueda un poco más exhaustiva nos enseña que esta información está sacada de un ensayo escrito en el año 1957 (See Harry E. D. Pollock and Clayton E. Ray, "Notes on Vertebrate Animal Remains from Mayapan," Current Reports 41 (August 1957)). Si esta es la información más actualizada que usa la iglesia para demostrar su veracidad, y es tan difícil de acceder, uno podría decir que, como mínimo, es decepcionante.

Ciervos junto a caballos

El sitio del Maxwell Institute mencionado anteriormente saca sus propias conclusiones sobre los caballos en la América precolombina:

1. Al referirse a caballos, los nefitas se referían a otros animales similares (el ya mencionado “préstamo sustitutivo”)

2. Tal vez una especie de caballos existió en la tierra nefita, pero eran tan pocos que no dejaron evidencias arqueológicas

3. O quizás hay evidencias arqueológicas, pero no las hemos encontrado todavía

Como vemos, la única prueba que ofrece la iglesia es que no hay pruebas, ni a favor ni en contra, lo cual tiene que resultar al menos frustrante para alguien con un sincero deseo de saber.

Finalmente, FairMormon parece justificar la falta de evidencias de caballos en el Nuevo Mundo dicienco que “debe recordarse que los caballos no juegan un [papel] importante en el Libro de Mormón”. Ya sea que los caballos jueguen un papel importante o no, el hecho es que son mencionados muchas veces, y eso es un problema en sí, ya sea que la gente de FairMormon lo quiera aceptar o no.

El Libro de Mormón no sólo menciona caballos, sino también carros. El problema es que no hay ninguna evidencia de que la rueda hubiera existido en América en la época de los nefitas, entonces, ¿Por qué aparecen en el Libro de Mormón? (ver un ejemplo de esto en 3 Nefi 3:22.) El artículo “Book of Mormon anachronisms: Chariots and wheels” refuta esta crítica señalando el hecho de que ¡en ninguna parte del Libro de Mormón se dice que estos carros llevaban ruedas! Algunos críticos creativos asumen que los pobres nefitas andaban en trineos empujados por tapires, un proceso un tanto ridículo e ineficaz.

Elefante

Replica de tamaño natural de un mamut pigmeo,
el único elefante americano
FairMormon nos recuerda que “[e]l único lugar donde los elefantes son mencionados en el Libro de Mormón es en Éter 9:19 aproximadamente en [el] 2.500 A.C., y pasa a darnos una lista de “pruebas arqueológicas” de que los elefantes vivieron en América en esa época, contrario a todo lo que la arqueología moderna nos dice. Algunos de los artículos citados no tienen referencias (es imposible verificar su existencia). Otra “prueba” de la existencia de elefantes viene de las “tradiciones orales, registros escritos y obras de arte mostrando elefantes establecen una fuerte base para la posición de que existieron elefantes en la antigua América”. El problema es que hoy en día, con todo el conocimiento y la tecnología que tenemos, hay un gran número de gente que asegura haber visto, fotografiado y grabado a Pie Grande, y sin embargo ningún científico respetable cree que sea cierto. Desde un punto de vista científico, la única evidencia válida para demonstrar que un animal existió en un cierto tiempo en un lugar específico es vestigios tangibles: huesos, pelos, etc.

Finalmente, FairMormon afirma que restos de mamuts se encontraron en la era cristiana. ¿La referencia a semejante declaración tan reveladora? Un enlace a un sitio de internet que ya no existe. Mientras tanto, ¿qué nos dice la ciencia contemporánea? Que los mamuts se extinguieron en el mundo hace 4.500 años, mucho antes de la época de los jareditas. (R. D. Guthrie RD, "Radiocarbon evidence of mid-Holocene mammoths stranded on an Alaskan Bering Sea island". Nature, pp. 746–9; “Why Did the Woolly Mammoth Die Out?” National Geographic Wild, http://natgeotv.com.au/tv/waking-the-baby-mammoth/why-did-the-woolly-mammoth-die-out.aspx; “How Did the Mammoths Go Extinct?” Discover Magazine, http://news.discovery.com/animals/endangered-species/woolly-mammoth-extinction.htm, etc.) El único caso conocido de mamuts que sobrevivieron pasado el año 2.500 a.C. (el cual no es mencionado el FairMormon) es el mamut pigmeo de Norte América, un antepasado del elefante que medía, en promedio, un metro setenta. Escasamente la imagen que uno tiene de un elefante.

Sin embargo, y a pesar de la montaña de evidencia en contra, FairMormon valientemente nos dice que “[p]ara resumir, el elefante no representa un problema para el Libro de Mormón”.

Vacas

Nuestros amigos de FairMormon explican la inclusión de vacas y ganado en el Libro de Mormón de la siguiente manera:
El término “ganado” es utilizado en tres ocasiones en el Libro de Mormón (Éter 9:17-19; Enos 1:21; 3 Nefi 3:22), mientras el término “vaca” es utilizado en dos (Éter 9:18; 1 Nefi 18:25). El registro jaredita no es muy claro acerca de si “ganado” y “vacas” son lo mismo, o si “vaca” representa una subcategoría de “ganado” . . .

Como ocurre con muchos animales en el Libro de Mormón, es probable que estos términos del Libro de Mormón provengan de reasignar nombres familiares a elementos desconocidos. . . . Los indios Miami, por ejemplo, desconocían al búfalo y simplemente lo nombraron “vaca salvaje” De modo similar, el “explorador DeSoto llamó al búfalo “vaca”. Los indios Delaware nombraron a la vaca como su denominación para ciervo, y la tribu Miami bautizó a la oveja al verla por primera vez como ‘la-que-se-parece-a-la-vaca’” (http://es.fairmormon.org/El_Libro_de_Morm%C3%B3n/Anacronismos/Animales)
Al explicar el uso de la palabra “vaca” en el Libro de Mormón, FairMormon acepta que las vacas no existían en la época de Nefi, de los jareditas, etc. La explicación de que los indios Miami llamaban a la oveja “la que se parece a la vaca” es un tanto extraño. Si los indios americanos no estaban familiarizados con la vaca hasta el “descubrimiento” de América, ¿Por qué habrían de comparar a un animal desconocido con otro animal desconocido? ¿No sería más razonable pensar que al ver una oveja la compararían con algo que si conocían, como los curelomes? ¿Qué es un curelom, se preguntan? Sigan leyendo, que se pone mejor.

Cerdos (porcinos)


Pizote
Con respecto al cerdo, la única explicación que FairMormon da es la siguiente, “[los] críticos han señalado que los cerdos eran desconocidos en el antiguo Nuevo Mundo. . . Sin embargo, los primitivos americanos sí tuvieron un cerdo autóctono. Los aztecas lo llamaron pizote, ‘que básicamente significa glotón’”. No hace falta expandir mucho el tema. Simplemente hace falta decir que un pizote es una especie de mapache cuyo “cuerpo es entre 30 y 60 cm. de largo, y la cola es 60 cm. en longitud. Mantiene su larga y delgada cola . . . levantada cuando camina. Tiene orejas pequeñas, garras largas y afiladas, un hocico puntudo que se levanta en la punta. Tiene una máscara negra y blanca alrededor de los ojos, nariz, y dentro de las orejas. Su pelaje es marrón con mezclas de rojo y amarillo en la parte superior y marrón claro en los costados” (http://www.nhptv.org/natureworks/coati.htm). ¡Si eso no es la descripción fiel de un cerdo, no sé qué es!

Gusanos de seda

Varios versículos del Libro de Mormón mencionan el uso de seda (1 Nefi 13:7,8 Alma 1:29, Alma 4:6, Éter 9:17, Éter 10:24) a pesar de que los gusanos de seda no existieron en la  América precolombina. FairMormon explica esto diciendo que tal vez los nefitas producían una tela que era “como la seda”, pero que no era seda en sí. Por ejemplo, los conquistadores españoles llamaban “seda” a una tela hecha por los indios americanos con pelos de conejo. Otras telas similares a la seda provenían de la ceiba, de la piña, y del algodón. Finalmente, FairMormon afirma que de hecho habían gusanos de seda salvajes en América, desafortunadamente la referencia es de un libro publicado por Deseret Book (publicista oficial de la iglesia) y un artículo de la revista Ensign, pero nada de ningún artículo o ensayo científico (http://en.fairmormon.org/Book_of_Mormon/Anachronisms/Animals/Silkworms). ¿Por qué entonces usar la palabra “seda” y no simplemente “tela fina” o algo asi?

Curelomes y Cumomes

El libro de Éter habla de curelomes y cumones, dos tipos de animales desconocidos. Esto es interesante por un par de razones. Si José en su traducción utilizó palabras de creaturas y cosas inexistentes en América para describir algo similar (“caballo” por “tapir”, “tela de piña” por “seda”, etc.), bien podría haber utilizado una palabra que él conociera para nombrar a esos animales, los cuales eran, según Éter 9:19, los más útiles, junto con los elefantes.

FairMormon sugiere “una variedad de animales potenciales, tales como las llamas, alpacas, mastodontes, u otros mamíferos del Pleistoceno.” Tal vez, pero, de nuevo, José podría haberlos llamado simplemente “llamas, alpacas, o mastodontes”, tal como hizo antes, según los apologistas.

Conclusión

Para terminar, uno tiene que admitir que el trabajo de los apologistas tiene debe de ser muy deprimente. Tienen que combatir la ciencia moderna con citas oscuras de ensayos viejos o irrelevantes y tradiciones orales. Tienen que doblar la realidad para que se adapte a sus teorías y comenzar sus investigaciones con la conclusión en mente y elegir cuidadosamente las “pruebas” que más se ajustan a ella.

Tal es la autodecepción del apologista y los miembros ortodoxos de la iglesia que por muchos años hubo un rumor que los arqueólogos del Smithsonian Institute (un centro de investigación y aprendizaje administrado y financiado por el gobierno de los Estados Unidos) usaban el Libro de Mormón para guiar sus investigaciones. Aparentemente los científicos de la institución se cansaron de recibir preguntas de miembros de la iglesia al respecto y empezaron a responder a los inquisidores con una carta fija.
La Institución Smithsonian emite una respuesta estándar a las peticiones de su opinión sobre el Libro de Mormón como una guía arqueológica o científica. Antes de 1998, la declaración negó cualquier evidencia de contacto precolombino entre el Viejo y Nuevo Mundo. "Ciertamente hubo contacto con los antiguos egipcios, hebreos y otros pueblos del oeste de Asia o el Oriente Próximo". En 1998, el Smithsonian comenzó a emitir una carta más corta, sin la respuesta detallada que se encuentra en la primera carta, y limitó su comentario a la breve negación de cualquier uso del Libro de Mormón como una guía arqueológica de la institución. (http://es.wikipedia.org/wiki/Historicidad_del_Libro_de_Mormon)

Apéndice: Las dos caras de Ferguson
http://www.utlm.org/newsletters/no69.htm

UN CREYENTE VERDADERO

Thomas Stuart Ferguson nació en "Pocatello, Idaho, el 21 de mayo de 1915". Él "se graduó en Ciencias Políticas y en Derecho en la Universidad de California y ejerció la abogacía en Orinda, California". El señor Ferguson también trabajó con el FBI, pero su primer amor parecía ser el tratar de demostrar la veracidad del Libro de Mormón a través del estudio de la arqueología mesoamericana. En 1983, J. Willard Marriott (fundador de la cadena de hoteles Marriott), escribió una carta en la que comentó sobre la dedicación de Ferguson de establecer una base arqueológica para el Libro de Mormón: "Pasamos varios meses juntos en México mirando las ruinas y estudiando la arqueología del Libro de Mormón. Nunca conocí a nadie que estuviera más dedicado a ese tipo de investigación que Tom. Me acuerdo de cuando estaba con el FBI se levantaba a las 4:30 o las 5:00 de la mañana para leer el Libro de Mormón y cualquier estudio que podía encontrar sobre él". Su esposa, Ester, recordó que "durante su noviazgo ella a veces estaba irritada por su pasión por el Libro de Mormón y una vez se quejó a su madre: "Creo que estoy saliendo con el Libro de Mormón." . . . A lo largo de su vida de casados, ella apoyó incondicionalmente los esfuerzos de su marido".

"Tom Ferguson primero se acercó al presidente de la Universidad de Brigham Young, Howard S. McDonald, sobre el establecimiento de un Departamento de Arqueología . . . Tom Ferguson fue capaz de convencer a los funcionarios de la Universidad del beneficio que obtendría la Universidad al contar con tal departamento . . . . El nuevo Departamento de Arqueología (ahora Antropología) patrocinó su primer trabajo de campo en 1948 en el oeste de Campeche, un estado en el sureste de México . . . . Tom Ferguson . . . participó en la primera de muchas expediciones . . ."

El señor Ferguson dedicó gran parte de su vida tratando de demostrar la veracidad del Libro de Mormón por medio de la arqueología y fue considerado por los mormones como un gran defensor de la fe. Escribió al menos tres libros sobre el tema.

Thomas Ferguson trabajó duro para que la Iglesia Mormona se interesara en ayudar con la organización que él proyectó. En una carta al presidente mormón David O. McKay del 14 de diciembre 1951, Ferguson escribió: " Si se encuentran las anticipadas evidencias que confirman la veracidad del Libro de Mormón . . . los artefactos hablarán elocuentemente de la tierra" . Aunque los líderes de la iglesia dijeron que estaban interesados en los estudios arqueológicos en relación con el Libro de Mormón, se negaron a proporcionar ayuda financiera. El 12 de enero de 1952, Ferguson escribió de nuevo y prometió a la Primera Presidencia que iba a "tomar parte activa en la Fundación a fin de que la Iglesia recibiera el beneficio completo de cualquier evidencia descubierta relacionadas con el Libro de Mormón. Preveo que muchos artefactos importantes se descubrirán confirmando el Libro de Mormón".

José Anderson, secretario de la Primera Presidencia, respondió que "Los Hermanos consideran que es posible que no se hará ningún descubrimiento que establezca el valor histórico del Libro de Mormón. Ellos se inclinan a pensar que la fe requerida para aceptar el libro es un factor muy importante en la fe del Evangelio restaurado". El 9 de abril de 1953, Ferguson escribió una carta en la que una vez más instó a los hermanos a apoyar financieramente a la organización:

"La fuente de nuestros ingresos y cualquier apoyo a la labor se mantendrá estrictamente confidencial si se desea . . . . la Iglesia no puede permitirse el lujo de dejar que todos los artefactos de valor incalculable de la gente del Libro de Mormón caigan en otras manos. Podemos hacer uso maravilloso de ellos en la obra misionera y en dejar que todo el mundo sepa del Libro de Mormón".

J. Willard Marriot
". . . La persistencia y la capacidad de persuasión de Ferguson pagó . . . Ferguson apeló a su buen amigo J. Willard Marriott para obtener ayuda. Al día siguiente Ferguson tuvo una cita con el presidente McKay que Marriott había arreglado . . . . El presidente David O. McKay escuchó la propuesta de Tom Ferguson y preguntó que cantidad se solicitaba. Ferguson respondió: " Sólo por la cantidad que se necesitaría para construir una capilla.

"El presidente McKay le dio una mirada penetrante. 'Construimos capillas de $50.000 y otras de $250,000. ¿Qué tienes en mente? Tom Ferguson respondió rápidamente: 'Una capilla de 250.000 dólares'. Esa fue la cantidad concedida, suficiente para financiar cinco años de trabajo de una manera generosa (1955-1959) . . . . Fue durante este período que Ferguson gastó aproximadamente la mitad de su tiempo trabajando fuera de la ley, dedicando este tiempo a la administración de la asuntos de la nueva fundación, dando discursos, estudiando y escribiendo sobre arqueología y la historia de la antigua América y su relación con el Libro de Mormón".

Se acordó que la Fundación de Arqueología del Nuevo Mundo no "discutiría las conexiones directas con el Libro de Mormón, sino más bien que se basara exclusivamente en sus méritos académicos". La iglesia proporcionó apoyo financiero a esta organización durante muchos años. Con el tiempo fue "fijado y administrado a través de la Universidad Brigham Young".

En una carta del 23 de abril de 1952, el Sr. Ferguson dijo que "los datos arqueológicos disponibles que tenemos son a todas luces insuficientes" para probar el Libro de Mormón. Predijo, sin embargo, que "los próximos diez años de excavaciones en México y Guatemala deberían permitirnos tener pruebas arqueológicas". Por muchos años estuvo muy entusiasmado con el progreso de los trabajos y estaba seguro de que el Libro de Mormón sería reivindicado pronto. En su libro, Un rebaño y un pastor, declaró: "Lo importante ahora es continuar con la excavación a un ritmo acelerado con el fin de encontrar más inscripciones que datan del tiempo del Libro del Mormón. Con el tiempo, deberíamos encontrar inscripciones descifrables . . . . que se refieran a alguna persona, un lugar o evento en el Libro de Mormón". En 1962 el Sr. Ferguson, dijo que "las evidencias poderosas que apoyan al libro se están acumulando".

PRUEBAS NO ENCONTRADAS

Aunque se hicieron muchos descubrimientos arqueológicos importantes, la evidencia que quería encontrar para apoyar al Libro de Mormón no se presentó. El señor Ferguson tristemente escribió: "Han pasado diez años . . . sinceramente esperaba que ciudades del Libro de Mormón serían identificados positivamente dentro de 10 años, y el tiempo ha demostrado que estoy equivocado en mi anticipación".

Al principio todo había parecido tan sencillo; como el Libro de Mormón cuenta de cuando los nefitas estaban en Mesoamérica, lo único que tenía que hacer era encontrar sitios arqueológicos que dataran de esa época y el Libro de Mormón se establecería por la evidencia. El hecho de que la investigación arqueológica no proporcionó la confirmación que el señor Ferguson espera encontrar debía de pesar muy fuertemente en su mente. El golpe más grave a la fe de Ferguson, sin embargo, llegó justo después de que los papiros egipcios de José Smith fueron redescubiertos en el Museo Metropolitano de Arte. Esta colección, que se había perdido durante muchos años, contenía el papiro de lo que José Smith "tradujo" como el Libro de Abraham. El Libro de Abraham es un  libro canónico de la Iglesia Mormona.

Después que el Sr. Ferguson obtuvo fotografías de los fragmentos del papiro, consultó a los profesores Lutz y Lesko, de la Universidad de California. Ambos egiptólogos coincidieron en que los papiros que José Smith afirmó que eran el Libro de Abraham eran, en realidad, el Libro de las Respiraciones, un texto funerario egipcio hecho para un hombre con el nombre de Hor (Horus). Ferguson aprendió que este papiro no tenía nada que ver con el patriarca Abraham o su religión. Era en su totalidad un texto pagano lleno de nombres de los dioses y diosas egipcias.

Thomas Stuart Ferguson fue sacudido hasta la médula por este descubrimiento. Cuando el famoso apologista de la iglesia Hugh Nibley comenzó la defensa del Libro de Abraham, Ferguson escribió una carta a otro miembro de la iglesia en la que afirmó:

Hugh Nibley
"Los artículos de Nibley en el Libro de Abraham no sirven para nada. Primero, porque no es imparcial, siendo el defensor oficial y pagado por la iglesia. En segundo lugar, porque él no pudo, no se atrevió, y no se enfrentó a la verdadera cuestión: "¿Podría José Smith traducir egipcio . . . por medio del estudio de la gramática? Por el papiro recuperado y las ilustraciones, es perfectamente obvio que ahora tenemos el material manuscrito original utilizado por José Smith en su creación del Libro de Abraham. El prof. Klaus Baer de la Univ. de Chicago, el profesor Lutz de la Universidad de California (Berkeley), El prof. Lesko (UC Berkeley) y el egiptólogo Dee Jay Nelson coinciden en que el texto egipcio manuscrito original es el Permiso de respiración de Hor (dios egipcio) . . . . el trabajo de los dos profesores de la UC se hizo a petición mía y es inédito. Los cuatro están en concordancia con sus conclusiones sin haber conferido o colaborado.

"José Smith anunció, en forma impresa, que 'uno de los rollos contenía los escritos de Abraham, otro los escritos de José de Egipto . . . ' Ya que cuatro estudiosos, quienes han comprobado que pueden leer egipcio, dicen que los manuscritos no tratan ni de Abraham ni de José, y como estos cuatro hombres de buena reputación nos dicen exactamente lo que los manuscritos contienen, debo concluir que José Smith no tenía la habilidad más remota en lo referente a jeroglíficos egipcios. Para mi sorpresa, uno de los más altos funcionarios de la Iglesia Mormona estuvieron de acuerdo con esa conclusión cuando le hice esa misma declaración el 4 de diciembre de 1970 en una conversación privada [Ferguson se refiere a Huge B. Brown]. . . .

"Mis puntos de vista no son para publicación o difusión . . . Yo soy como tú, mantengo la membresía a causa de las muchas cosas buenas que ofrece la Iglesia. Pero los hechos hablan por sí mismos. Le ofrecí los datos disponibles a mi pres. de estaca recientemente y dijo que no los quería leer. Difícilmente nos pueden excomulgar cuando ni siquiera quieren ver la evidencia.

Por lo que sabemos de otras fuentes que a Hugh B. Brown le costó mucho aceptar la doctrina de que los negros no podían poseer el sacerdocio mormón. Dado que esta doctrina fue principalmente deriva de Libro de Abraham de José Smith, es muy posible que Brown comenzó a tener serias dudas sobre el libro incluso antes de que se redescubrieron los papiros. Muchas personas creen que cuando Brown estaba sirviendo en la Primera Presidencia trató de convencer al presidente David O. McKay de que tuviera una revelación que permitiera que los negros recibieran el sacerdocio.

Cuando José Fielding Smith se convirtió en presidente de la iglesia en el año 1970, Hugh B. Brown ya no formaba parte de la Primera Presidencia. No fue sino hasta 1978 que el presidente Spencer W. Kimball dijo haber recibido una revelación que quitó la maldición de los negros. En cualquier caso, tenemos pruebas para demostrar que Thomas Stuart Ferguson continuó contando la historia de su conversación con Hugh B. Brown, hasta el momento de su muerte.

Ferguson se enfrentó con un dilema, porque la Iglesia Mormona recientemente le había dado una gran donación (100.000 dólares o más) para llevar a cabo la investigación arqueológica de la Fundación Arqueológica del Nuevo Mundo. Se sentía, sin embargo, que esta fundación estaba haciendo trabajos arqueológicos legítimos, y por lo tanto tenía la intención de continuar con la investigación. Se dio cuenta de que la organización que había fundado para establecer la autenticidad del Libro de Mormón estaba ahora en realidad desmintiendo el Libro de Mormón al no revelar nada concerniente a una cultura cristiana existente en Mesoamérica antes de la época de Colón.

Desafortunadamente, parece que a Thomas Stewart Ferguson le costó mucho comunicar su pérdida de fe a la gente cercana a él. Dijo, por ejemplo, que no se atrevía a decirle a uno de sus hijos la verdad sobre el Libro de Mormón porque el choque le causaría mucho trauma emocional. Sentía que tenía que posponer el asunto hasta que la situación cambiara. A pesar de que ya no creía en la autenticidad divina del Libro de Mormón, continuó asistiendo a la Iglesia Mormona.

En una carta a James Still, del 3 de diciembre 1979, el Sr. Ferguson Francamente, declaró: "He perdido la fe en José Smith como uno que tiene una línea directa con la deidad - y he decidido que no ha habido nunca una línea directa con la deidad". Como tenía muchos amigos y miembros de su familia en el mormonismo y al parecer se sentía cómodo allí, decidió quedarse en la iglesia. En la misma carta, Ferguson declaró que él todavía asistía a las reuniones mormonas, "cantando en el coro y disfrutando de mis amistades en la Iglesia. En mi opinión, es la mejor fraternidad que conozco . . ." Con respecto al origen del Libro de Mormón, el Sr. Ferguson escribió: " . . . le doy crédito a José Smith como innovador y como una persona inteligente . . . . Creo que José Smith pudo haber tenido los libros Ixtlilxóchitl y Vista de los hebreos con los cuales trabajar".

En 1975 Thomas Stuart Ferguson finalmente tomó valor y preparó un documento de 29 páginas en respuesta a los artículos escritos por los apologistas mormones John Sorenson y Garth Norman. Se titulaba, “Simposio escrito sobre la Geografía del Libro del Mormón: Respuesta de Thomas S. Ferguson a los Documentos de Norman & Sorenson. En esta respuesta, p. 4, el Sr. Ferguson escribió:

"Después de todos estos grandes esfuerzos, no se pueden establecer los hechos de que cualquier persona, desde José Smith hasta nuestros días, ha identificado en un punto único que fuera un lugar geográfico del Libro del Mormón. Y el hemisferio ha sido bastante bien revisado por personas competentes. Han excavado miles de sitios". Ferguson señaló en su ponencia que el texto del Libro de Mormón deja muy claro que ciertos elementos deben ser encontrados en las excavaciones arqueológicas y que estos elementos estén presentes en los lugares propuestos. Señaló, por ejemplo, que "miles de agujeros arqueológicos en la zona propuesta no nos han dado ni un fragmento de evidencia de que hubieran existido las plantas mencionadas en el Libro de Mormón . . . "

En una carta al sr. y la sra. Lawrence del 20 de febrero de 1976, Thomas Stuart Ferguson explicó claramente la razón por la que "no existe una geografía del Libro del Mormón":

"Aquí hay una copia de mi reciente monografía sobre el asuntos concernientes al Libro de Mormón . . . Fue uno de varios presentados en un simposio escrito sobre la geografía del Libro de Mormón. La verdadera implicación de este trabajo es que no se puede establecer una geografía del Libro de Mormón en ningún lugar - porque es ficción y no cumplirá con los requisitos de la arqueología de tierra . . . lo que está en el suelo nunca se ajustará a lo que está en el libro."

A pesar de haber escrito un artículo criticando la arqueología del Libro de Mormón, Thomas Stuart Ferguson consideró que era generalmente mejor para aquellos que dudaron de la fe que mantuvieran su "boca cerrada".

Si el señor Ferguson pudiera haber visto los resultados de su silencio en su familia, él habría dudado de la sabiduría de este curso. Al final resultó que, después de su muerte, su hijo, Larry S. Ferguson estuvo convencido de que su padre quería que su libro Un rebaño y un pastor fuera revisado y reeditado. Convenció a Bruce W. Warren, de la Universidad Brigham Young, a que trabajara en la revisión, y en 1987 se publicó bajo el título de El Mesías en la América antigua.

El libro de Thomas Stuart Ferguson Un rebaño y un pastor contenía una larga lista de "elementos culturales comunes entre las tierras bíblicas y Mesoamérica". El arqueólogo mormón Dee Verde consideró que "la lista de 298 rasgos [de Ferguson] es a veces tan generalizada [y vaga] que la lista podría también demostrar que la gente del Libro de Mormón terminaron en el sudeste de Asia". Ferguson, por supuesto, más tarde llegó a la conclusión de que los elementos que se mencionan en el Libro de Mormón que no fueron encontrados por los arqueólogos superaban con creces a los paralelismos culturales.

La aparición del libro publicado con el nombre de Ferguson en él, ha causado que estudiosos indaguen en los últimos años de su vida. Una gran parte de las pruebas documentales se ha descubierto para mostrar que a partir de 1970 hasta su muerte en 1983 el Sr. Ferguson estuvo secretamente socavando el Libro de Mormón. De hecho, sólo dos meses antes de su muerte estaba trabajando en un proyecto que a su juicio deberían mostrar que el Libro de Mormón era, en realidad, una producción del siglo 19.

El apóstol mormón Orson Pratt se jactó una vez de que "Esta generación tiene más de mil veces la cantidad de evidencia para demostrar y para establecer la autenticidad divina del Libro de Mormón que lo han hecho a favor de la Biblia". (Orson Pratt's Works, "Evidences of the Book of Mormon and Bible Compared," p. 64)

Creemos que esta afirmación está lejos de la verdad.

En 1973, Michael Coe, una de las autoridades más reconocidas en la arqueología del Nuevo Mundo, escribió un artículo para la revista Dialogue: A Journal of Mormon Thought. En este artículo se aborda el tema de una manera muy directa:

"Arqueólogos mormones en los últimos años han aceptado casi unánimemente el Libro de Mormón como un relato exacto e histórico de los pueblos del Nuevo Mundo. . . . Permítanme afirmar categóricamente que, según yo sepa, no hay un arqueólogo profesional capacitado, que no es mormón, quien ve ninguna justificación científica para creer que todo lo anterior sea verdad, y me gustaría decir que hay un buen número de arqueólogos mormones que se están uniendo a este grupo. . . .

"Los hechos básicos de la cuestión es que nada, absolutamente nada, ha siquiera aparecido en una excavación del Nuevo Mundo, que sugeriría a un observador desapasionado que el Libro de Mormón, como afirmó José Smith, es un documento histórico en relación con la historia de los primeros inmigrantes a nuestro hemisferio". (Dialogue: A Journal of Mormon Thought, Verano 1973, pp 41, 42 y 46 )

Comentarios

  1. Si tanto se equivocaron con los nombres de los animales, que me consta a mi que tengan razón en otros temas? y hacen comparaciones con lo que dicen los franceses, "manzanas de tierra" etc. es risible, porque se supone que el libro del mormon es divino, acaso Dios no protege y conserva su palabra?

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  2. Que buen programa!! Sigan adelante, Manuel!!! Habrá siempre alguien que escuche, y se detenga a pensar!!!

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  3. Sesgo de confirmación: es la madre de todos los errores de lógica, la tendencia a interpretar la información nueva de forma que sea compatible con las teorías, ideologías y convicciones que tenemos.

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  4. Que piensaa del website bookofmormonevidence.com ? Ellos dicen en la cubierta que tuenen evidemcia arqueologica , de lenguaje y fisica... Cuando quise accesar el indice me dice mi smartphone que la pagina no fue encontrada.

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  5. muy interesante el audio, pero escuche que tenian CERDOS y según recuerdo los nefitas seguian la ley mosaica y esa ley prohibe comer cerdo, entonces ¿¿¿¿¿¿porque tenían cerdos, si estos eran animales inmundos????

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